miércoles, 19 de diciembre de 2012

La caída de los gigantes

Imagen de casadellibro.com
Título: La caída de los gigantes
Autor: Ken Follett
Año de publicación: 2010
Editorial: Plaza Janés

Aunque todas las personas que conozco tienen gustos literarios muy variados y diversos, hay un libro que todos quienes lo han leído lo ponen por las nubes, y es Los pilares de la Tierra. Es más, muchas de esas personas, que saben de mi afición por la lectura, se han sorprendido de que yo no lo haya leído. Y así es. No lo he hecho, y no tengo ninguna gana de leer dicha novela, no por llevar la contraria, sino porque no me gusta nada la Edad Media. Pero como se sigue ensalzando tanto a Follett como escritor, la publicación de su trilogía The Century me ha dado la oportunidad de conocerle gracias a una saga ambientada en una época que me atrae mucho más que el siglo XII.

La historia se desarrolla simultáneamente en varios países, y las vidas los personajes, de distintas nacionalidades, se van entrecruzando a merced del desarrollo de la I Guerra Mundial, eje de la trama. No obstante, todo comienza en Gales, en un pueblo minero llamado Aberowen, en 1911. Billy Williams baja a la mina por primera vez, donde tiene una experiencia casi religiosa. Dicha mina pertenece al conde Fitzherbert, un aristócrata de añejas ideas que tiene una aventura con su ama de llaves y hermana de Billy, Ethel Williams. Durante una fiesta a la que asisten numerosas personalidades del Londres de preguerra conoceremos a algunos de los personajes más relevantes de la historia, como la hermana feminista del conde, Maud; su amigo alemán, Walter; el consejero del presidente Wilson, Gus, o la esposa del propio conde, la caprichosa princesa rusa Bea. Una visita de Fitzherbert, Bea y Gus a San Petersburgo nos permite conocer a los hermanos Grigori y Lev, socialistas que sueñan con una vida mejor; el estallido de la guerra coloca a todos estos personajes en el ojo del huracán y altera sus vidas para siempre.

Es muy difícil resumir el argumento de La caída de los gigantes debido a la ingente cantidad de personajes que desfilan por sus páginas (de hecho, la novela cuenta con una larga guía para reconocerlos al principio de la misma) y la manera en que sus caminos se entrecruzan para separarse más tarde y a veces, volver a cruzarse. La novela cubre los cuatro años que dura la guerra además de la Revolución Rusa y una semblanza de los efectos de ambas en los Estados Unidos. Sin embargo, Follett se preocupa más por las vivencias personales de los personajes que por el propio conflicto o la repercusión del mismo en sus vidas, ya estén luchando en el frente o no, de manera que la contienda es más un telón de fondo un tanto desvaído que tan sólo adquiere cierta importancia cuando se trata de dos personajes en concreto, separados a lo largo de los cuatro años que duró la guerra a causa de sus nacionalidades. Más allá de eso, una vez el lector se habitúa al elevado número de personajes y logra seguirles la pista, se hace evidente que Follett se sirve, para modelar a los mismos, de personalidades y patrones de comportamiento que ya vimos en Los pilares de la Tierra (aunque no haya leído la novela, la miniserie que la adaptó es bastante fiel), por lo que la originalidad en ese aspecto es un tanto escasa... Sobre todo si tenemos en cuenta que esos personajes llevan el peso de la historia, como ya he mencionado anteriormente.

El propósito de The Century es desarrollar la historia del siglo XX a través de varias generaciones de personajes, centrando cada una de sus tres entregas en las tres grandes guerras del último siglo. Así, a La caída de los gigantes le ha seguido El invierno del mundo, publicada este año y con la II Guerra Mundial como elemento central, y la tercera entrega, aún sin título, se desarrollará durante la Guerra Fría. Aunque previsiblemente acabaré leyéndome la trilogía completa, debo confesar que las mil y pico páginas de La caída de los gigantes me han dejado un poco fría, cosa que supone una decepción, pues hablamos de Ken Follett, que es algo así como el equivalente a una estrella del rock llena-estadios en literatura contemporánea. Así que, después de haber leído su penúltima obra, mis ganas de leer Los pilares de la Tierra siguen bajo mínimos.

Puntuación: 6

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