lunes, 24 de enero de 2011

En busca de Klingsor

Título: En busca de Klingsor
Autor: Jorge Volpi
Año de publicación: 1999
Editorial: Booklet

Para que no parezca que he acabado por renegar de toda literatura que no sea juvenil, he aquí la reseña de la última novela, ¿cómo decirlo? no-juvenil que he leído últimamente. Terminar este libro no me ha resultado fácil a pesar de ser recomendación de una de las personas en las que más confío en materia literaria, que es mi tío, pero lo cierto es que, aun siendo una novela de misterio y suspense, los protagonistas son físicos que buscan a otros físicos y para eso preguntan a más físicos: para alguien tan de letras como yo, hubo fragmentos que me resultaron verdaderamente áridos.

Recién acabada la II Guerra Mundial, un brillante físico norteamericano, Frank Bacon, se alista en el Ejército y es enviado a Alemania con una misión muy especial: dar con el jefe de científicos de Hitler, un tipo con identidad oculta que era conocido por el nombre en clave de Klingsor. Para descubrir al hombre que se escondía tras tan esquivo personaje, Bacon cuenta con la ayuda de Gustav Links, un matemático alemán que participó en la Operación Valquiria, el frustrado intento de asesinar a Hitler llevado a cabo por una serie de militares alemanes. Sin embargo, ésa no es más que una de las anécdotas de su oscuro pasado.

Llega un momento en que la búsqueda de Klingsor pasa a segundo plano, pues el verdadero centro de la novela son los devaneos amorosos de cada uno de los dos protagonistas, el uno en presente y el otro en pasado, y largas disertaciones sobre ética científica en torno al desarrollo de la bomba atómica, rivalidades entre científicos de distintas especialidades, narraciones pormenorizadas de acontecimientos históricos como la Operación Valquiria... No puede decirse de En busca de Klingsor que sea una novela de acción trepidante porque, aunque cuenta con buenos ingredientes (hay pasajes realmente interesantes), en mi opinión se pierde en los detalles, y el narrador quiere contar tantas cosas diferentes que no logra que el lector interiorice ninguna de ellas. No puedo decir que En busca de Klingsor me haya apasionado, porque la verdad es que, cuando leía las últimas sesenta páginas, lo único que podía pensar era: "a ver si se acaba de una vez".

Puntuación: 6

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