jueves, 20 de mayo de 2010

Canino


Título: Canino (Kynodontas)
Director: Yorgos Lanthimos
Intérpretes: Christos Stergioglou, Aggeliki Papoulia, Christos Passalis, Mary Tsoni
Año de estreno: 2009

La vida puede llegar a ser perturbadora. Sobre todo si es una vida como la que refleja esta película. Perturbadora fue la primera palabra que me vino a la cabeza mientras la veía, y eso cuando sólo llevaba quince minutos de metraje. A ese adjetivo se fueron añadiendo otros: impactante, brutal. De hecho, mi sensación global al salir del cine es confusa.

Canino refleja la vida de una familia formada por el matrimonio y tres hijos (chica, chico, chica) que vive en las afueras. Su casa está rodeada por un alto muro, y los hijos jamás lo han cruzado. Dentro de las murallas que conforman su hogar, la vida está sujeta a una serie de normas dictadas por los padres, normas que les impelen a competir para obtener premios, a descubrir palabras con significados completamente distintos de los habituales, a asumir el dolor como algo normal y a creer que el exterior es un lugar peligroso, entre otras. A pesar de la edad de los hijos, que frisan la veintena, se les trata, en general, como niños. La única persona autorizada a entrar en la casa es Cristina, una guardia de seguridad a la que los padres pagan para que satisfaga los deseos sexuales del hijo. Un buen día, la hija mayor obliga a Cristina a que le entregue dos cintas de vídeo, y desde ese momento la convivencia familiar se tambalea.

Como decía, "pertubadora" es la palabra que mejor define esta cinta. La imagen realista de las escenas contrasta vivamente con el surrealismo del argumento, que a su vez tiene detalles que nos recuerdan los nexos con la realidad de la historia. Algunos conceptos nos pueden hacer reír, como por ejemplo cuando el hijo, que está convencido de que la palabra "zombie" alude a una clase de flores, pregunta a su madre si quiere que le lleve "dos zombies pequeñitos", pero el espectador debe obligarse a pensar que esos muchachos poseen esa imagen porque no conocen otra, no conocen la verdadera, y eso es aterrador. No deja de ser aterrador en ningún momento que unos padres hayan convertido en eso a sus hijos.

Francamente, no sé cómo puntuar esta película. Deja una sensación incómoda, ya que la historia es a todas luces desagradable, pero resulta tan terrible, tan turbadora, que resulta hipnótica.

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